Quisiera que tuviéramos un tiempo de reflexión, las alegrías y las penas de la vida, que quisiera desarrollar, y que nos ayude en este día a cerrar un año y a impulsarnos para este año que entra.
La vida no es fácil pero tampoco tiene que ser un tormento si sabemos encajar las situaciones y aprendemos a confiar en Dios y a esperar en Él.
Hay una realidad en la vida del hombre y es que no todo es perfecto ni todo sale según nuestros planes. Hay algo que no pienso guardar en mi corazón porque me destruirá, no quiero ser una resentida de la vida (enojo, sentir que la vida me ha maltratado, o sentir el mundo contra mí). No seamos vulnerables.