Por lo general vivimos en medio de una sociedad que continuamente se sobre estimula a las personas. Un estímulo es provocar una reacción a una persona para que haga o se mueva en una dirección. Hoy en día no te venden un viaje o un perfume, si no el placer y el goce más absoluto. Todo es un exceso de estimulación a los placeres de la carne. Pero … ¿y qué de nuestro espíritu? «…Hoy o mañana iremos a tal o cual ciudad y nos quedaremos un año. Haremos negocios allí y ganaremos dinero». 14¿Cómo saben qué será de su vida el día de mañana? La vida de ustedes es como la neblina del amanecer: aparece un rato y luego se esfuma.» (Santiago 4:13-15)
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