Todos tenemos unas vivencias anteriores a conocer a Cristo y posteriores. O habiendo conocido a Cristo quizás hayas pasado por pruebas o dificultades que te han marcado o te han hecho tambalear tu fe.
Para extenderme hacia lo que está por delante tengo que olvidarme de lo que dejé atrás. Para abrir una puerta tengo que haber dejado cerrada la puerta que dejé atrás.
«Hermanos, yo mismo no pretendo haberlo ya alcanzado; pero una cosa hago: olvidando ciertamente lo que queda atrás, y extendiéndome a lo que está delante» (Filipenses 3:13)
Other Sermons In This Series

Ceder dócilmente
febrero 14, 2021

Viviendo en el espíritu
abril 24, 2022

No lo que deseo, sino lo que necesito
febrero 27, 2022