En Dios damos frutos, pero para seguir dando fruto, nuestras vidas deben ser limpiadas y podadas para que den aun más fruto. En la poda, el labrador (Dios Padre es el labrador) comienza a cortar para sanear para la temporada siguiente a fin de que seamos perfeccionados en el Señor. «Yo soy la vid verdadera, y mi Padre es el labrador. Todo pámpano que en mí no lleva fruto, lo quitará; y todo aquel que lleva fruto, lo limpiará, para que lleve más fruto». (Juan 15:1-2)
Other Sermons In This Series
![El Buen Pastor](https://larocaiglesiacristiana.es/wp-content/uploads/2020/08/snapshot31.png)
El Buen Pastor
agosto 16, 2020
![El que ha de venir](https://larocaiglesiacristiana.es/wp-content/uploads/2020/09/snapshot35.png)
El que ha de venir
septiembre 26, 2020
![Yo soy la resurrección](https://larocaiglesiacristiana.es/wp-content/uploads/2020/09/snapshot33.png)
Yo soy la resurrección
septiembre 08, 2020