Hay dos tipos de «cristianos»: el que lee la Palabra pero la olvida y no se examina a sí mismo para corregir su vida, y el que se detiene para meditarla atentamente y persevera en ella poniéndola en práctica. Este será bienaventurado en lo que hace, vivirá feliz y bendecido. (Santiago 1:22-26 «Pero sed hacedores de la palabra, y no tan solamente oidores, engañándoos a vosotros mismos. Mas el que mira atentamente en la perfecta ley, la de la libertad, y persevera en ella, no siendo oidor olvidadizo, sino hacedor de la obra, éste será bienaventurado en lo que hace. Si alguno se cree religioso entre vosotros, y no refrena su lengua, sino que engaña su corazón, la religión del tal es vana».
Other Sermons In This Series

Relaciones personales
febrero 06, 2022

Tempestades
mayo 21, 2023

Pentecostés en tu vida
junio 05, 2022