Retos


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¿Has tenido o tienes la sensación en tu vida que tienes por delante un reto difícil de alcanzar y sólo de ver lo complicado del asunto te da miedo avanzar? ¿Se cruzan en tu mente cientos de pensamientos a cual más pesimista y negativo?

Hubo un hombre, Moisés, a quien Dios escogió para usar como instrumento de acción para liberar a toda una nación de la esclavitud y ante semejante reto planteó a Dios 4 cuestiones:

¿Quién soy yo?, ¿Qué les digo al pueblo de Israel cuando me pregunten quién me envía?,  ¿Qué pasa si no me creen? Y por último, soy torpe en mi hablar.

Antes de dar respuesta a estas cuestiones te diré, que Dios dice en Su Palabra, que Él tiene pensamientos de paz y no de mal hacia nosotros por lo que siempre nos extenderá Su ayuda en medio de la dificultad.

En cuanto a la 1ª pregunta, ¿Quién soy yo?, Moisés se sentía insignificante, no se daba valor así mismo y no se veía preparado, sin embargo Dios afirmó su corazón diciéndole: “Ve, porque yo estaré contigo” (Éxodo 3:11-12). No importa lo pequeños que nos sintamos ante los retos grandes, si Dios nos garantiza que viene con nosotros, en Él estamos seguros.

En la 2ª pregunta, Moisés está preocupado por saber cómo explica a los demás quién le respalda en esta misión y cuál es su nombre. Dios, en Ex. 3:14 se revela como “YO SOY EL QUE SOY”. En la mentalidad semítica, conocer el nombre de una persona o cosa equivalía, en cierto sentido, a poseer o dominar a dicha persona o cosa nombrada. Nosotros no hemos creado a Dios, sin embargo Él sí nos ha creado a nosotros y Dios quiere revelarse como aquel que es Eterno, Principio y fin de todas las cosas y todopoderoso. Él es y existe por sí mismo. Creer en Dios es cuestión de fe.

La 3ª pregunta de Moisés estaría en la mente de todos nosotros, ¿Qué pasa si no me creen? ¿Has tenido la sensación que cuando compartes tus sueños  o metas que quisieras alcanzar en la vida te sientes cuestionado y se junta tu baja autoestima con el menosprecio de los demás? Dios, una vez más, también tiene la respuesta a este interrogante. A Moisés le mostró la vara que llevaba y que usaba para dirigir a las ovejas, le hizo ver que mostraría Su Gloria y Su poder a través de su vida y en lo cotidiano. Tenemos que tener la seguridad que Él nos respalda y abrirá puertas de una forma maravillosa allí donde parece que se cierran. Nuestra parte es orar y creer en fe que Él cumplirá su propósito en cada uno de nosotros.

Su última cuestión está relacionada con uno de sus defectos porque dice Éxodo 4:10 que Moisés no sabía hablar bien y se trababa a la hora de tener que comunicar algo importante. Creo que a una gran mayoría  nos sucede como a Moisés, y de nuevo Dios quiere hacerle ver que nada va a impedir que él hable cuando tenga que hablar y calle cuando tenga que callar. Si Dios te guía a hacer algo también te capacitará para que todo aquello que hagas, lo hagas bien aun cuando tú te sientas débil.

Querido amigo/a te animo a creerle a Dios en todo reto que tengas por delante y que no te desanimes ante la adversidad. En Cristo somos más que vencedores.

 


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